Todo una experiencia vivieron los estudiantes de 2° Medio A y 2° Medio B de nuestro establecimiento, en la visita que realizaron el viernes 7 de junio, al Palacio Causiño en compañía de sus profesores de jefatura José Flores del ramo de Ciencias y Javier Soto de Historia y Geografía.
Nuestros alumnos recorrieron cada espacio de este palacio, retrocediendo en el tiempo, en esta casa patrimonial de finales del siglo XIX. Todo resultó un grata sorpresa, por los curiosos detalles de la historia del lugar que explican por si mismas, cada una de sus paredes, demostrando en sus pasillos y ornamentaciones, la vida de las familias del viejo Santiago.
Un poco de historia de este recinto
El palacio Cousiño fue el hogar de la familia Cousiño-Goyenechea, una de las más acaudaladas familias de Santiago, quienes eran dueños de la mina de carbón de Lota, la mina de plata de Chañarcillo y la viña Cousiño-Macul, entre otras.
El palacio se comenzó a construir en un terreno de 11 000 m² en 18701 para el matrimonio compuesto por Luis Cousiño, fallecido en Perú en 1873 aquejado de tuberculosis, e Isidora Goyenechea. Tuvieron seis hijos: (originalmente eran ocho, Isidora que falleció al nacer y Alfredo fallecido a la edad de un año) Luis Alberto, Carlos Roberto, Luis Arturo, Adriana, Loreto y María Luz. Las obras terminaron en 1878 pero fue inaugurado en 1882.
La construcción fue encargada al arquitecto francés Paul Lathoud, responsable también de la construcción del edificio del Museo Nacional de Historia Natural. Para la decoración y construcción del palacio se trajeron de Europa en los barcos de la familia terciopelos, brocados, porcelanas de Sèvres, Limoges y Meissen, parqué tallado a mano de nogal, caoba, roble americano, ébano, haya alemana y otros. Cortinajes bordados a mano en Francia y pisos de mayólica italiana. Fue la primera propiedad en Sudamérica en poseer un generador eléctrico, comprado a Thomas Edison, amigo de la familia —Isidora Goyenechea cedió la energía eléctrica al vecindario del palacio— y la primera también en tener, gracias a su sistema de calefacción, agua caliente y agua fría simultáneamente.