
Toda una experiencia vivieron los estudiantes del octavo básico B de nuestro establecimiento, en la visita que realizaron el viernes 29 de agosto al Palacio Cousiño, en compañía de su profesor de Historia y Geografía, Javier Soto Fuentes y nuestra apoderada Connie Riveros.
Nuestros estudiantes recorrieron cada espacio de este palacio, retrocediendo en el tiempo, en esta casa patrimonial de finales del siglo XIX. Todo resultó un grata sorpresa, por los curiosos detalles de la historia del lugar que explican por si mismas, cada una de sus paredes, demostrando en sus pasillos y ornamentaciones, la vida de las familias del viejo Santiago.
En palabras de Víctor Aguilera Gutiérrez, Director y Presidente de la Corporación AyG nos cuenta: «Esta salida pedagógica de nuestros estudiantes al Palacio Cousiño, representa un viaje no solo en el espacio, sino también en el tiempo. Al traspasar los muros, se abre una ventana a la historia y cultura del Chile de épocas pasadas. La casa es una expresión de las emociones, recuerdos y la grandeza de su gente. Por tanto, la visita a este lugar emblemático, representa un puente entre generaciones y permite que nuestros estudiantes de hoy conozcan más de cerca, nuestro patrimonio cultural e histórico.
Un poco de historia de este recinto
El Palacio Cousiño es una mansión ubicada en la calle Dieciocho Nº 438, en el centro de la ciudad de Santiago, en la Región Metropolitana.
Fue levantado ente 1875 y 1878 por encargo del empresario minero Luís Cousiño y su esposa, Isidora Goyenechea. La obra estuvo a cargo del arquitecto francés Paul Lathoud y sus jardines fueron diseñados por el paisajista español Manuel Arana, quien además había proyectado el Parque Cousiño.
El Palacio fue levantado como un volumen aislado de dos pisos, decorado con frisos, arcos y numerosos detalles de ornamentación, en un terreno de once mil metros cuadrados. Su estructura es de albañilería de ladrillo y sus salones interiores tienen pisos de mármol, vigas de madera y muros decorados con sedas y terciopelos traídos desde Europa. Además, la residencia fue la primera en contar con electricidad y con uno de los primeros ascensores existentes en Chile.
La familia Cousiño residió allí hasta el año 1928, pero sólo en el año 1940 fue adquirida por la Municipalidad de Santiago, con el objetivo de que sirviera de residencia para visitas ilustres. Años más tarde, en 1968, sufrió un incendio que dañó su techo y segundo piso, haciendo necesarias labores de restauración.
La mansión fue declarada Monumento Histórico el 12 de enero de 1981 y desde 1977 alberga un museo en donde es posible apreciar muebles, obras de arte y utensilios de la época dorada del Palacio.
Con el terremoto del año 2010 el inmueble sufrió nuevos daños, razón por la que permaneció cerrado al público hasta fines del año 2015, cuando fue reabierto nuevamente. Durante la restauración se recuperaron las fachadas originales del Palacio, se habilitaron los jardines y fue descubierta una cava que antes no se encontraba abierta al público.